Tomás Santibáñez Viani, Director de Innovación, Desarrollo y Transferencia de la casa de estudios, fue invitado por la Dirección General de Investigación del plantel de la región de Valparaíso, en el marco de la activación del Núcleo de Innovación que está efectuando la casa de estudios porteña. En la ocasión, expuso los fundamentos del Modelo de Vinculación Bidireccional del CIC-UDA.
En el marco de una invitación cursada por la Dirección General de Investigación de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), el director de Innovación, Desarrollo y Transferencia (DIDET) de la Universidad de Atacama, Tomás Santibáñez Viani, realizó una presentación virtual para académicos e investigadores del plantel porteño, focalizándose en las diversas características de los procesos de transferencia tecnológica.
La actividad se efectuó con motivo de la activación de un Núcleo de Innovación por parte de la casa de estudios porteña, proceso en el cual se están realizando una serie de diálogos entre los actores involucrados. En esa línea, junto con agradecer la disponibilidad y participación de la autoridad de la UDA en la instancia, Verónica Molina, Directora General de Investigación de la UPLA, señaló que la relevancia de su exposición radica en “contar con la mirada de alguien que posee bastante experiencia en este ámbito, perteneciente a una universidad también pública y regional, así que estamos encantados de recibirte y poder conversar, sobre cómo ha sido para ti este camino, que será útil en nuestro proceso de generar una cultura de la innovación en nuestra institución”.
Tomás Santibáñez, en este contexto, compartió algunas de las claves que han marcado la instalación y fortalecimiento del ámbito de innovación en la UDA, destacando los alcances del Modelo de Vinculación Bidireccional del Centro de Investigaciones Costeras (CIC-UDA) que, mediante del proyecto ATA 1895 (en fase final), pone en práctica las estrategias de transferencia, tanto a los sectores público y privado, como a la propia UDA. Un proceso donde se recogen sus necesidades y requerimientos tecnológicos y se ofrecen, simultáneamente, las tecnologías disponibles tras la generación de conocimiento efectuada en el centro universitario.
“Existen mecanismos de transferencia tecnológica que son de corto plazo, que van retroalimentando al sistema con información”, explicó. “Cada vez que me relaciono con el medio externo, haciendo, por ejemplo, una asesoría técnica especializada, o un proceso de fortalecimiento de recursos humanos en una empresa o institución, se capturan ciertos requerimientos y necesidades, que permiten avanzar en esa relación y proyectarla a mediano o largo plazo, donde aplican otros mecanismos de transferencia tecnológica tales como el patentamiento y licenciamiento de las tecnologías, o la creación de empresas de base tecnológica”.
Tomás Santibáñez puso sobre relieve, en este punto, que lo ideal es que la captación de dichos requerimientos genere un círculo virtuoso que involucre a las unidades académicas de las instituciones de educación superior, no solo a través de la investigación de los académicos, sino también mediante la participación de estudiantes que desarrollen sus tesis de grado o prácticas profesionales, lo cual redunda en el establecimiento de favorables indicadores clave de gestión (KPI).
Sostenido crecimiento
En la instancia, el director de la DIDET sostuvo, también, que desde la creación de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la UDA, en 2015, ha existido un sostenido avance en este ámbito, reflejado en aspectos tales como la tramitación de un conjunto de seis solicitudes de patentamiento al interior de la institución.
“La labor del investigador no es saber si sus resultados son patentables o no, muchas veces él no lo ve, por lo que lo recomendable es que exista un agente externo que vaya orientándolo”, subrayó el director de la DIDET, enfatizando en la importancia de la creación de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) para estos fines. Asimismo, detalló factores relevantes de la cadena de valor de la I+D+i, como la generación de conocimiento y actualización de tecnologías, la investigación y desarrollo de las mismas y, finalmente, la transferencia tecnológica y comercialización. También, la importancia de movilizar los proyectos mediante fondos concursables y gestionar la propiedad intelectual.