UDA constituye Consejo Consultivo Regional Público-Privado como soporte de transferencia tecnológica al sector productivo

En el marco de un proyecto financiado por el Mineduc, recientemente se efectuó la primera sesión de esta instancia, compuesta por actores clave del ámbito público y privado, además de representantes de la propia casa de estudios. Su principal tarea será orientar la vinculación bidireccional de la universidad con el medio externo, con la finalidad de atender necesidades y oportunidades del Ecosistema de Emprendimiento e Innovación de la región.

La Dirección de Innovación, Desarrollo y Transferencia (DIDET) de la Universidad de Atacama (UDA) constituyó, recientemente, el primer Consejo Consultivo Regional Público-Privado de Atacama, compuesto por actores claves del ámbito público y privado de la región, y representantes de la propia casa de estudios. Una entidad que tendrá como propósito central orientar las estrategias de vinculación efectiva del plantel con el medio externo y potenciar los procesos de transferencia tecnológica hacia el sector productivo, sobre la base de las necesidades, oportunidades y desafíos que serán identificados y gestionados, a futuro, a partir de la ejecución de la iniciativa.

La instancia es uno de los ejes principales del proyecto ATA 2095, “Fortalecimiento sostenido de la vinculación de la Universidad de Atacama con el medio externo a través de la transferencia tecnológica, para aportar al desarrollo de los sectores público y privado de la región”, iniciativa financiada por el Ministerio de Educación y en la cual también participa la Dirección de Vinculación y Comunicaciones (DIVIC) de la UDA.

El proyecto busca incrementar sustantiva y sostenidamente la vinculación del plantel con el medio, para contribuir a incrementar la competitividad de las empresas del norte chileno, con base en el Modelo de Vinculación Bidireccional que la DIDET viene piloteando e implementando desde hace un par de lustros. Lo anterior, mediante la articulación de los servicios y herramientas disponibles en las diferentes unidades internas del plantel, la adecuación de su infraestructura física e informática, y el establecimiento de un modelo de gestión público-privado que favorezca no solo la vinculación efectiva entre los actores que en él participen, sino también la transferencia tecnológica de los servicios y productos emanados desde la casa de estudios.  Un modelo en el que la labor del Consejo será crucial.

“Esta instancia nos va a permitir focalizar de mejor forma nuestras acciones de vinculación con el sector productivo, orientándonos a cumplir un rol preponderante en las políticas de planificación territorial, tales como la Estrategia Regional de Innovación (ERI) y la Estrategia de Desarrollo Regional (ERDA), por mencionar algunas”, plantea el Rector de la UDA, Celso Arias, destacando el papel fundamental que juegan, en este sentido, las universidades, más allá del conocimiento generado por la investigación básica. “La investigación aplicada también es esencial, porque los territorios necesitan dar un salto cualitativo a nivel de innovación y uno de los grandes obstáculos que existen en nuestro país para desarrollarla, es la falta de información y colaboración entre los actores que pueden llevarla a cabo, a través de valiosos esfuerzos conjuntos. Contar con este Consejo nos permitirá facilitar esa necesaria articulación, por lo que nos llena de orgullo impulsar una iniciativa como esta, que va en línea con nuestro Plan Estratégico y un número importante de iniciativas que la Universidad tiene en ejecución, tales como la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL), el Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) y el Laboratorio en Altura (proyecto ATA 1799), por mencionar solo algunas”.

Pedro Maturana, subdirector regional de Corfo, concuerda respecto a esta relevancia de la casa de estudios y señala que este proyecto “permitirá a la UDA vincular todas sus iniciativas y programas, con los desafíos existentes en el sector productivo, y abordar a través de la I+D+i y la transferencia tecnológica, necesidades que tienen las empresas regionales. En ese sentido, el aporte será ofrecer soluciones concretas para esos requerimientos, contribuyendo como universidad al desarrollo de toda la región”.

Concuerda Andrés Rubilar, gerente de la Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama (CORPROA), para quien “es muy importante participar en este Consejo Consultivo, toda vez que podemos ser un aporte en el modelo de gestión y gobernanza, y en la transferencia tecnológica hacia las empresas. Asimismo, valoramos el trabajo de la UDA en torno a esta misma materia, así como también la consideración de las líneas prioritarias para el desarrollo regional, la identificación de las demandas y necesidades, el funcionamiento de la infraestructura informática y la promoción de la vinculación entre los académicos e investigadores con las empresas”.

Por su parte, Eduardo Catalano, presidente de la Asociación Minera de Copiapó (ASOMICO), cree que se trata de una muy buena iniciativa. “Tenemos las mayores expectativas tratándose de la UDA, como institución que genera conocimiento, especialmente respecto al desarrollo de la minería y la metalurgia, pues los destinos del país están indisolublemente unidos a estas dos áreas. Hay que aplicar toda la tecnología disponible, porque contamos con capital humano y recursos geológicos, es decir, todos los elementos para el éxito están sobre la mesa”.

Valiosa continuidad

Para implementar el proyecto ATA 2095, su modelo de gestión se basará en el Modelo de Vinculación Bidireccional para la transferencia tecnológica propuesto por la DIDET y piloteado en el Centro de Investigaciones Costeras de la casa de estudios (CIC-UDA), elaborado en el marco de una iniciativa previa, el proyecto ATA 1895, lo que genera una línea de continuidad en los esfuerzos ejecutados por la universidad. El mencionado modelo pone en práctica las estrategias de transferencia a los sectores público y privado, así como a la propia UDA, recogiendo sus necesidades y requerimientos tecnológicos y ofreciendo, simultáneamente, las tecnologías disponibles tras la generación de conocimiento efectuada en esta entidad universitaria.

En este marco, una de las funciones específicas del Consejo Consultivo Regional Público-Privado será dar soporte a la identificación de la demanda tecnológica del medio externo para el correcto funcionamiento del modelo, permitiendo, finalmente, fomentar la captura tecnológica entre la UDA y el entorno productivo. Asimismo, el Consejo tendrá que validar el funcionamiento de la infraestructura informática que se desarrollará para la transferencia tecnológica, participando en el poblamiento inicial de los sistemas optimizados por la casa de estudios, que estarán a disposición de los actores del medio externo en el mediano plazo. Entretanto, promover la vinculación entre los académicos e investigadores de la UDA con empresas externas, a través de concursos de proyectos, será también una tarea primordial para los miembros de la instancia.